martes, 14 de junio de 2011

El romance del sol y la Luna



Es algo más que un mito...Va más allá de la leyenda. Un secreto oculto del firmamento. Una historia prohibida que hizo eco en todo el universo...
Dos astros, un misterio y un pequeño susurro que mencionó sus nombres: Sol y Luna...

Se dice de él que gobernaba el día. Dios de la luz y de la vida, surcaba los cielos con fuerza y todo el universo giraba a su alrededor...Todo se movía a su merced. Sentía el poder y el control, pero algo le pesaba...Tenía todo pero, él sentía que le faltaba algo, una ausencia que ni todo su reino de los cielos podía llenar...

Se dice de ella que alumbraba la oscura noche. Se alzaba imponente en el firmamento, lentamente sin dejar sombra...
Cuentan que era tan hermosa, que la gente moría de amor intentando conseguirla, alcanzarla...
Era frágil, delicada como una rosa; pretendida por todas las estrellas del universo que le daban manto...pero todas le parecían iguales, y cada día se sentía más sola, notaba que le faltaba algo, una ausencia que ni todo el mundo de sueños y amor de la noche podía llenarle...

Ambos eran completos desconocidos, ninguno sabía de la existencia del otro, ya que las reglas del espacio que regían el mundo lo impedían, como dioses del día y la noche...
Pero nada es imposible, y nadie pudo imaginar que un día, por un capricho del destino, estos dos dioses cruzarían sus caminos...

Aquel día todo comenzó distinto. Ambos notaban algo diferente a su alrededor, un presentimiento, una extraña sensación...Hasta que de pronto, el primer rayo de luz iluminó la cara de ella, despertandola de su sueño...La luz rozó su cara como una brisa marina, y fue entonces cuando le vió, sintiendo, misteriosamente, una sensación mágica que jamás había experimentado...
Él empezó a divisarla desde lejos, con curiosidad, intentando descubrir quién era; hasta que ella abrió los ojos, y pudo ver aquel brillo, aquella belleza que fue capaz de sobrecoger su propio corazón...Se sintió como en un sueño, le faltaba el aire, sentía algo que jamás había experimentado...

Los dos iban acercandose más y más, sin poder evitar mirarse fijamente, sonreían con fuerza, no pensaban en nada, cada vez más cerca...y se hizó el eclipse.
Se fundieron en uno sólo. Ella se vió abrazada por todo su calor, por toda la vida que él le daba, una fuerza inimaginable que recorría todo su cuerpo. Su corazón latía más fuerte, y pensaba que quizás él era todo lo que siempre había querido...
Él comenzó a sentir su ternura, todo el amor que ella le regalaba. Se sentía frágil por primera vez, dependía de ella, le arropaba su dulzura mientrás escalofrios le recorrían todo el cuerpo ante aquel momento...Sentía algo tan fuerte que no era capaz de expresar, era como si ella fuese lo que siempre había soñado...

Pero aquel enlace se rompió. Se iban separando bajo el influjo de fuerzas sin sentido...Ella notaba como le iba perdiendo. Él veía como ella iba desapereciendo en la oscuridad, sin poder evitarlo...

Se dice, que desde aquel momento, el Sol no surcaba los cielos con igual fuerza, estaba débil...Todo el universo se iba congelando a medida que pasaba el tiempo, ya no llegaba esa fuerza que él irradiaba...
Hablan que la Luna se escondía entre las nubes para que nadie le viese llorar, pero su llanto cubría las noches, sobrecogiendo a la gente, mientrás se preguntaban porqué estaba tan triste...

Paso el tiempo, mucho tiempo...Ella empezó a buscarle otra vez, recorrió el mundo entero por él, hasta que un día, consiguió aparecer en sus sueños, y comenzó a cambiar todo...Algunas noches desaparecían los dos en la oscuridad, en secreto, entre sueños, sin que nadie se diese cuenta. Volvieron a sentir todo aquello que habían olvidado, pero cada vez con más y más fuerza, tanta que les asustaba, les hacía dudar, les hacía frenar...Su amor no tenía límites, y por mucho que lo negasen, por mucho que se engañasen, se querían...

Fueron avanzando poco a poco, viviendo rápido para no pensar, como sino pasará nada, todo fluía...Pero no se daban cuenta, de que a medida que avanzaba el tiempo, unas fuerzas inivisibles les iban acercando, silenciosamente...Poco a poco sus caminos se iban enlazando suavemente...
Hasta que un día, por sorpresa, volvieron a estar delante el uno del otro, como aquella primera vez...
Sus miradas penetraron una dentro de otra, sus corazones latían al mismo ritmo...Ese olor, aquellos labios otra vez, todo de otra manera, más simple pero compleja, parecía nuevo todo, y, hechizados pro la magia del momento, empezaron a fusionarse en uno...
Se juntaron el día y la noche, se olvidaron del mundo, todo se paró de repente...El cielo era suyo. Habían hallado sus destinos, ligados el uno al otro, una misma historia...
Lo último que se oyó, fue un susurro compartido, en el que ambos prometieron quererse para siempre, nada más...

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